Las vueltas que da la vida.
Si alguien me hubiera dicho, hace un par de años, que podríamos estar sentados trabajando frente a frente, y en una sola oficina, no lo hubiera creído.
Hace unos días una amiga me dijo que el amor no le había sido propicio nunca. Yo tengo una tendencia innata a no creer este tipo de aseveraciones en el entendido que de que por más mal que la hayas pasado con una persona, muchas cosas buenas también pasaron.
En nuestro caso, muchas cosas buenas pasaron. Muchísimas. Pero las malas en algún momento fueron más importantes y asi, la sola idea de trabajar frente a frente parecía inimaginable.
Supongo que es parte del crecimiento, la maduración, entender la naturaleza humana, como me diría mi gran amigo O. El fin de semana le comenté de mi cada vez más creciente tendencia hacia la vida ermitaña de la era moderna y luego de una explicación me recomendó que pensara que las personas que estaban allá afuera eran humanas… que solo asi entendería que había contactos que no necesariamente tenía que racionalizar… resulta que tiene razón.
"La mitad de las equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos"
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